En Izaskun Zabala Joyería, cada pieza nace de un proceso lento y ceremonial, donde la tradición artesanal se une con la búsqueda de la belleza y el simbolismo. Cada creación es más que un adorno: es una historia esculpida en metal y piedra, diseñada para llevar significado. Hoy quiero compartir contigo cómo se da vida a una joya artesanal única — desde el primer gesto en cera hasta el resplandor final del baño en oro de 24K.
1. El Tallado en Cera: El Origen de la Pieza
El viaje comienza con el tallado en cera, un material maleable que permite que surjan los primeros volúmenes de la joya. A diferencia de la producción en serie, aquí no hay moldes: cada línea y cada curva se trazan a mano, garantizando que la pieza sea irrepetible.
2. Fundición Directa en Metal Precioso
Una vez finalizada la escultura en cera, se funde directamente en plata, latón u otro metal elegido — sin moldes, sin copias. Este método asegura que cada joya sea un original absoluto, la esencia misma de la joyería exclusiva y artesanal.
3. La Piedra como Corazón de la Joya
La gema no se coloca al final: desde el principio inspira y determina la pieza. Su tamaño, forma y carácter guían el tallado en cera y definen el diseño final. Más allá de su brillo, la piedra aporta energía, simbolismo y alma, transformando la joya en un amuleto con historia propia.
4. Pre-Pulido y Engaste de la Piedra
Antes de engastar la piedra, se realiza un pre-pulido para refinar la superficie de la joya. Este paso asegura un acabado impecable sin dañar la gema. Con precisión y delicadeza, la piedra se fija en el metal, logrando armonía y estabilidad.
5. Pulido Final y Perfección de Detalles
Con la piedra ya colocada, la joya pasa a su pulido final. En esta etapa, el metal cobra vida: las superficies brillan, los detalles se revelan y la pieza irradia todo su esplendor.
6. El Baño en Oro de 24K: Un Resplandor Eterno
El recorrido culmina con un baño en oro de 24K de 3 a 5 micras. Esta capa gruesa y duradera garantiza no solo belleza sino también longevidad. La joya alcanza así su resplandor definitivo: luminosa, protectora y lista para convertirse en parte de la historia de quien la lleve. Ver todas las joyas artesanales disponibles
Conclusión: La Joyería como Ritual
Crear una joya artesanal no es solo un oficio, es un ritual de dedicación y arte. Desde la piedra que inspira el diseño en cera hasta el resplandor dorado final, cada etapa exige paciencia, técnica y amor por el detalle.
El resultado es más que un accesorio: es una obra de arte única, una creación radiante que conecta la antigua tradición de la orfebrería con la historia personal de quien la porta.
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